Publicado: 4 de agosto de 2022
El Prorrectorado de Gestión dialogó con Panambí Abadie, Doctora en Administración y Políticas de la Educación Superior, sobre el valor de la perspectiva de Gestión de Campus para el desarrollo organizativo y académico del proyecto de conformación del Campus universitario Luisi Janicki: pioneras universitarias, sus potencialidades e implicancias para la Universidad de la República y la educación superior del país.
– Participó en el trabajo desarrollado por el Grupo de Gestión de Campus, considerando el documento aprobado por el Consejo Directivo Central (CDC): ¿cuáles de los aspectos planteados en el informe destacaría como fundamentales para el proceso de conformación del Campus universitario Luisi Janicki: pioneras universitarias?
Cuando trabajamos en el Grupo de Gestión de Campus decíamos que la noción de campus desafía la configuración institucional tradicional de la Udelar, basada en las facultades y servicios dispersos en la ciudad.
Los servicios; sean facultades, departamentos, escuelas, etcétera; tienen sus propias autoridades y regulaciones, y poseen un alto nivel de independencia de las autoridades centrales. Toman decisiones sobre sus fondos y su personal empleando criterios propios que han sido determinados, en gran medida, por su historia y por su cultura institucional y disciplinaria.
El concepto de campus cambia este modelo pues, en un mismo ámbito geográfico y físico, conviven las distintas disciplinas (para nosotros “los servicios”), compartiendo actividades, proyectos y recursos humanos, materiales y financieros. Como decíamos, en el campus coexiste “lo mío, lo tuyo y lo compartido”, lo que requiere de acuerdos, de reglas, de entendimientos. Es muy distinto a lo actual.
En principio, la creación del Campus Luisi Janicki va a ser un gran desafío para la gestión. Sin duda, la coexistencia (diría co-habitación) de varios servicios centrales va a llevar a un mejor empleo de los recursos. Pero no se puede desconocer que cada servicio ya tiene sus costumbres, sus decisiones, sus formas de trabajar. Ya se acostumbró a funcionar así y es lo que conoce, así que tendrá que aprender a vivir con los problemas de la convivencia y a compartir espacios, personal, recursos materiales y financieros.
– ¿Qué elementos derivados de la articulación entre los Prorrectorados y demás ámbitos que se trasladan considera que facilitan la perspectiva de Gestión de Campus?
En este campus van a radicarse dependencias de los Prorrectores y Presidentes de Servicios centrales.
Antes que nada quiero señalar que entiendo que esos jerarcas están convencidos de que este proyecto debe marchar, es decir que el Luisi Janicki tiene que funcionar como un campus. Ese tiene que ser un valor y un objetivo común para ellos. Descuento que su liderazgo va a ser determinante en el logro de este objetivo por parte de todos los integrantes del campus.
A su vez, creo que es muy positivo que las unidades académicas de las comisiones sectoriales puedan interactuar más, de manera de conocer e intercambiar sobre criterios, métodos de trabajo, capacitación, etcétera.
Otro punto que me parece que opera a favor es que, a este nuevo territorio, llegan todos juntos y van a poder fijar reglas de convivencia y acuerdos desde el principio.
Algunas cosas deben hablarse y acordarse desde un inicio. Si no se hace así, los problemas aparecen con el tiempo inexorablemente, pero empeorados.
– ¿Qué facilidades o dificultades se presentan derivadas del uso de un mismo espacio?
Me parece que si, desde el principio, se deja en claro quién y cómo se toman las decisiones, cuáles son las reglas de la convivencia, cómo se emplean los recursos y cuáles son los aportes de cada uno, se facilita el desarrollo de un campus. Los problemas surgen si no se consideran estos aspectos y cada uno funciona como si no se estuviera en un territorio compartido.
Además, un punto crítico es la definición y el tratamiento de lo común. La administración de lo común es compleja y, para nosotros, es nueva.
– ¿Cómo entiende que la perspectiva de Gestión de Campus puede contribuir al desarrollo académico de la educación superior?
En el desarrollo de las funciones sustantivas, enseñanza, investigación, extensión, es evidente que la coexistencia de las disciplinas en el mismo territorio colabora a la actuación conjunta, ya sea para desarrollar sus trabajos como para acceder a instalaciones, laboratorios, equipos y a servicios de apoyo académico, como son las bibliotecas, salas de informática, entre otros.
Podemos inferir que, si al estudiante se le permite acceder a todos los servicios académicos en un mismo espacio, eso va a contribuir positivamente en el procesos de aprendizaje. Acá hablo de salones, de salas de estudio, de comedores, espacios de recreación, alojamientos. Obviamente, es un tema que no lo tenemos estudiado en nuestro país porque no se ha dado aún la situación de hacerlo. Sería muy bueno que, una vez que tengamos los campus funcionando, hagamos estudios de cómo impacta la permanencia en un campus en el aprendizaje de nuestros estudiantes.
– Modelo de campus, ¿sí o no?
En la actualidad, el campus y la universidad parecen operar como un solo elemento.
En algunos países se ha dado que la creación de la universidad estuvo asociada a que se le otorgaron tierras fiscales para instalarse y operar. Esto quiere decir que, en muchísimos casos, las universidades siempre operaron en un territorio compartido (campus). A estas instituciones, se las llama “universidades campus” (campus universities).
Existen universidades que se crearon como universidad “colegio” (collegiate universities) con edificios compactos (y muchas veces cerrados) dispersos en una ciudad. Es el caso de las universidades más antiguas, Oxford, Cambridge, Coimbra, etcétera. Pero, aún en estos casos, ellas fueron evolucionando hacia el modelo campus. Hoy tienen campus y han integrado y operan servicios y espacios comunes.
Finalmente, me parece interesante mencionar que, cuando algunos gobiernos han impulsado políticas para favorecer el acceso y la permanencia de los estudiantes en la Educación Superior, recurrieron a fomentar la creación de universidades con campus. Ese es el caso de lo que ocurrió en el Reino Unido en la década de los 60.
Ello porque, en estos casos, al estudiante se le proporcionan varios servicios que son vitales para que permanezca afiliado a la universidad: el contacto permanente con los docentes, las bibliotecas, los alojamientos, las áreas deportivas, la vida social, entre otros.
Estos ejemplos hacen pensar que el desarrollo de un campus no solo facilita el mejor uso de los recursos de la universidad sino que también opera para favorecer el acceso, el rendimiento y la permanencia del estudiante en la Educación Superior, así como una mejor interacción entre los grupos académicos y de gestión. Habrá que estudiarlo cuando tengamos la oportunidad.
Panambí Abadie De León es Doctora en Administración y Políticas de la Educación Superior (Universidad de Southampton, Inglaterra, 2009), Master en Educación (énfasis en Educación Superior (Universidad de Minnesota, EEUU, 1996), Abogada (Universidad de la República, Uruguay, 1986) y Procuradora (Universidad de la República, Uruguay, 1985).
Ha recibido formación complementaria en el campo de la administración universitaria través del Programa de Administración de Universidades (Universidad de Warwick, Inglaterra, 1991) y el Curso de Administración Financiera de Universidades del Centro de Capacitación en Administración Pública de la Organización de Estados Americanos (Buenos Aires, Argentina, 1990). Como parte de su formación ha realizado visitas de estudio a universidades de EEUU, Francia, Inglaterra y Portugal.
Se desempeña como Asistente Académica del Decano en Facultad de Agronomía desde el año 1987.