Publicado: 14 de marzo de 2022
En la mañana del 11 de marzo, en el marco de las actividades de conmemoración de los 30 años de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) se realizó la mesa redonda: «Integración académica y redes de cooperación regional para el desarrollo de las universidades latinoamericanas», donde se abordó el rol de las instituciones de educación superior, el de la cooperación internacional y la importancia de la creación y desarrollo de las redes académicas en los estudios superiores y el desarrollo del conocimiento.
Por parte de de Coimbra Group, Universidades Europeas, participaron Ludovic Thily, presidente de la Junta Ejecutiva, y Soledad García, representante del Grupo de Trabajo Latinoamérica. También, Dolly Montoya Castaño, rectora de la Universidad Nacional de Colombia y presidenta de la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL); Delfina Veiravé, rectora de la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina, y vicepresidenta de la Organización Universitaria Interamericana para el Conos Sur (OUI).
Además de Álvaro Rico, secretario ejecutivo de la AUGM, y Óscar Domínguez, secretario ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) y presidente del Consejo Directivo del Espacio Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (ENLACES). Moderó Osvaldo Caballero, rector de la Universidad Nacional del Este, Paraguay.
Thily fue el primer expositor en participar de la segunda mesa brindando una conferencia en inglés en formato virtual donde explicó el trabajo que realiza esta red de universidades europeas y mostró su interés en trabajar en conjunto con AUGM.
Su colega Soledad García destacó que Coimbra Group se ha enfocado en «explorar y repensar modelos educativos» e investigar «el papel de la educación superior en la configuración de la sociedad». Explicó que Coimbra y AUGM trabajan en conjunto hacia la creación de un Observatorio para la Educación Superior para compartir experiencias y pensar en los diferentes contextos Internacionales. Entiende a la colaboración regional y global como la única forma para «pensar la educación sostenible e inclusiva» y proyectar respuestas a los desafíos que viven las personas en el contexto inmediato junto a estudiantes y académicos comprometidos. En este sentido, valoró la experiencia de las universidades de América Latina. Además, se refirió al contexto del cambio climático, la ola migratoria, los cambios tecnológicos, las desigualdades socioeconómicas y el acceso a recursos como la salud como aspectos importantes con los que las universidades deben estar involucradas junto a sus estudiantes y docentes generando alianzas y participación activa. Destacó que las universidades tienen un rol fundamental en el aprendizaje y la investigación para el futuro sostenible. Adelantó que con este observatorio que se está planificando, las universidades trabajarán en la intersección de la educación y la investigación para beneficiar a la sociedad y así desarrollar ideas innovadoras que puedan abordar los desafíos futuros y un cambio social con mayor impacto. Valoró la necesidad de aumentar la capacidad de conocimiento de los estudiantes generando una responsabilidad compartida. El trabajo en red es necesario para pensar en habilidades transversales como la inteligencia intercultural y la capacidad de comprender a los distintos profesionales de cada región, por ejemplo, indicó. De esta manera, es necesario «generar capacidades de liderazgo en investigación y enseñanza que involucren el diálogo de saberes global y la comprensión multicultural», subrayó.
Montoya, quien fue la primera mujer en ocupar el cargo de rectora de la Universidad Nacional de en Colombia, afirmó que en UDUAL «todo lo que hacemos lo hacemos de manera colaborativa». Mencionó que estamos en un momento importante «para entender que tenemos que cuidar el planeta y ser incluyentes» y es posible lograrlo con trabajo en red porque «las universidades públicas somos la savia de una sociedad que necesita ser incluyente». Asimismo, remarcó que «la paz está ligada con el conocimiento» y las instituciones de educación superior tienen un papel importante en el análisis de las circunstancias que atraviesan las sociedades. Se refirió al ejemplo de la pandemia ocasionada por Covid-19 cuando las universidades reaccionaron rápidamente y lograron ser resilientes en las épocas de crisis para cambiar las situaciones y salir adelante: «es muy importante entender que la educación y la reflexión son la fuente de conveniencia y también la paz», indicó. En este sentido, «las universidades tenemos que trabajar en redes para apoyarnos y crecer», destacó. Con respecto al trabajo en red, reflexionó sobre los cambios culturales hay que enfrentar para construir en comunidad y en la diferencia.
También destacó que las universidades deben formar «jóvenes integrales como agentes de cambio ético con conciencia social» y para esto es importante tener una comunidad académica integrada porque los estudiantes aprenden de sus maestros. Montoya entiende que las universidades tienen que «trabajar para que nuestros jóvenes se enamoren de hacer las cosas bien y que nos enamoremos todos de cómo resolver los problemas de nuestro planeta». En este sentido, señaló que la ruta de desarrollo no tiene que parecerse a la de ningún país del norte porque en la región tenemos nuestra forma de desarrollarnos y las capacidades para proyectar un mejor futuro, y hay que aprovecharlas. Es importante formar ciudadanos globales para entender las diferentes culturas y respetarlas, indicó, y en este sentido remarcó la importancia de «no dejar a nadie atrás» y de la igualdad de oportunidades que deben tener las mujeres.
Por su parte Veiravé indicó que con la pandemia se agudizaron las «profundas inequidades sociales que caracterizan a nuestra región». Y por eso, es importante pensar en estrategias más inclusivas para el acceso a la educación superior para garantizar derechos. Además, indicó que se plantea el escenario de que muchos países se han visto debilitados en su representación política y en el surgimiento de liderazgos en otros partidos políticos que no han representado históricamente los intereses de los sectores populares. De esta manera, entiende necesario pensar desde las universidades como podemos hacer aportes a la democracia, al pluralismo y a una ciudadanía más activa. Además, advierte que existe un débil papel de los espacios multilaterales que son importantes para establecer regulaciones comunes entre los países y sin embargo, existen las relaciones bilaterales que están marcadas por la discontinuidad y considera que es un factor que no ayuda a los sistemas de educación superior.
Señaló que la Universidad Nacional del Nordeste integra un sistema universitario nacional con más de 60 universidades públicas en Argentina con identidades diversas, que marcan diversos posicionamientos y oportunidades para atender las problemáticas sociales, culturales y educativas en el país. «Sin dudas hemos ido construyendo una internacionalización de la educación superior a través de las redes que nos permiten relaciones virtuosas de cooperación entre las universidades», remarcó. Considera que para pensar de qué integración hablamos y para qué objetivos, es importante ver que la internalización de la educación superior debe responder a una cooperación regional y así consolidar alianzas y concretar objetivos como AUGM. Remarcó que en la región existen grandes desigualdades estructurales y por eso es importante «promover la interculturalidad de nuestras instituciones y el acceso a la educación superior como derecho humano». Además, para minimizar el avance de la mercantilización de la educación superior en el continente es importante orientar la cooperación hacia estrategias solidarias, subrayó. También es necesario pensar que la internacionalización tiene que realizarse con una visión integral en todas las funciones sustantivas de las universidades. Remarcó la importancia de las redes intercontinentales para aunar políticas de cooperación entre los continentes, redes interregionales como AUGM y redes nacionales así como también redes con agencias internacionales como UNICEF y UNESCO y articulación con los Estados, las organizaciones sociales, los sectores productivos y otros actores relevantes para garantizar los derechos a la vivienda, la salud y la educación y en pro de una igualdad de género. Además, valoró la importancia de una cooperación basada en la relación de iguales y respetando las diversidades y la idiosincrasia de nuestros países. Por último, entiende necesario desarrollar estrategias de visibilidad para que la sociedad se apropie del potencial que tienen las universidades y el sistema científico y para esto también es importante el trabajo en red.
Rico afirmó que «no hay integración académica ni cooperación en redes en guerra» porque cuando las guerras contemporáneas fijan sus objetivos, atacan a la población civil y siempre las consecuencias afectan a las situaciones económicas de la población. Señaló que «muchos países que pretenden modelizar nuestros sistemas de educación superior en torno al ejemplo que ellos mismos representan están demostrando que no logran sostener un sistema de convivencia civilizado en estos tiempos». Por eso, remarcó la importancia de la paz para el relacionamiento entre universidades en formas de convenios y financiación entre los organismos, porque se verán alteradas, porque no puede haber cooperación ni integración en guerra como requisito básico de la internacionalización. Estos temas vinculados a la humanidad no son indiferentes y por eso lo expresa en esta mesa de AUGM, dijo.
También brindó algunos datos actuales y señaló que las universidades que integran AUGM cuentan con un millón y medio de estudiantes de grado, 270.000 estudiantes de posgrado, 150.000 profesores «Si bien hicimos mucho y seguiremos haciendo, seguimos estando muy lejos de alcanzar los objetivos de lo que estos números nos muestran» expresó porque aún hay muchos jóvenes que no están integrados al sistema educativo y es un desafío. Asimismo, en cuanto al accionar actual Rico se refirió al tema de la evaluación y la relación entre la presencialidad y virtualidad para así buscar la complementariedad de las ofertas virtuales y presenciales. Además, entiende necesario establecer formas de medición de las investigaciones, cómo repercuten en la comunidad académica y cómo se puede hacer llegar las propuestas a la sociedad así como también que la región tome la iniciativa para trabajar en redes internacionales. Por último, adelantó que se realizará una declaración al finalizar las jornadas de cara a la Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior que se dará a conocer en las próximas horas y AUGM se encuentra en un rol protagónico en Latinoamérica por su implicancia por el desarrollo de la educación superior y presentará postura.
Domínguez por su parte destacó al principio de su exposición que «la Udelar tiene la responsabilidad de ser el mejor nido para la AUGM».
Explicó la experiencia de ASCUN y valoró los encuentros rectorales porque permiten trazar las hojas de ruta para la cooperación entre los países tanto a nivel regional como internacional. Mencionó su preocupación e indicó que es importante avanzar hacia el reconocimiento de títulos porque aún hay mucha complejidad por los detalles y «en Latinoamérica tenemos que seguir avanzando en este sueño».
Señaló que en ASCUN mensualmente los rectores integrantes reciben información sobre en qué se encuentra la Asociación y esto permitió la creación de la Red Colombiana para la Internacionalización de la Educación Superior que lleva más de 50 años en Colombia y hace importantes aportes a la política pública, trayendo expertos y aprendiendo de las buenas prácticas para compartir experiencias y así se generan espacios de construcción colectiva. Reconoció que esta experiencia «nos permitió avanzar en una organización nacional y permitir a muchos estudiantes, docentes y personal no docente moverse entre las universidades tanto en la región como de otros continentes».
Destacó que los proyectos ERASMUS han sido importantes para emprender esta ruta de internacionalización así como el trabajo con AUGM que le ha permitido a un estudiante colombiano estudiar en Brasil y que se le reconozcan sus estudios, por ejemplo. También destacó que a través del trabajo en red y los diferentes proyectos que realizan, se trabaja con todas las universidades colombianas lo que permite que los estudiantes puedan moverse y cuenten con el mismo reconocimiento en universidades de capital como de las provincias.
Al cierre de la mesa Caballero destacó que en este escenario de cambio, es importante el proceso de internacionalización en la educación superior y en particular la cooperación universitaria y su gestión. En este sentido, se pone de relieve el rol que juegan las redes académicas en los estudios superiores y el desarrollo del conocimiento dado a los fenómenos actuales como la globalización como consecuencia del vertiginoso avance en los descubrimientos científicos y técnicos y sus desarrollos al servicio de las grandes potencias. «Estamos en un escenario de mercantilización y por eso es importante garantizar el derecho a la educación superior», concluyó.
FUENTE: https://udelar.edu.uy/