Publicado: 20 de noviembre de 2024
El 18 de noviembre en la Sala Maggiolo, la Universidad de la República (Udelar) entregó el título Doctor Honoris Causa al profesor Bernardo Kliksberg por su importante contribución al campo de las ciencias sociales y en particular de la administración para el desarrollo en un mundo globalizado, con énfasis en las dimensiones éticas, la lucha contra la desigualdad y la pobreza en América Latina y la promoción del capital social.
La entrega de este reconocimiento, a la que asistieron diversas autoridades universitarias e integrantes de la comunidad académica, fue promovida por los servicios del Área Social y Artística de la Udelar, el ex rector Rodrigo Arocena y el Prorrectorado de Gestión. El profesor Kliksberg participó desde Argentina a través de la plataforma Zoom.
El acto comenzó con palabras del rector de la Udelar, Rodrigo Arim, quien agradeció a Kliksberg por haber aceptado esta distinción y señaló que se fundamenta en su trayectoria académica y en su activismo «en pos de un desarrollo inclusivo y normativamente fundado en particular en América Latina».
También destacó sus vínculos con el Uruguay y con la Universidad, tanto con actores individuales como a través de su participación en eventos académicos.
Este reconocimiento «es tan justificado como oportuno», expresó Arim, cuando en el contexto regional «las preocupaciones éticas, el cultivo de una democracia deliberativa sana y sociedades más equitativas, todas preocupaciones presentes en la obra y en la praxis de Kliksberg, parecen ser desplazados por la confrontación ríspida, la emergencia de nuevos autoritarismos y la negación de la diversidad».
Ética para el desarrollo humano
El ex rector Rodrigo Arocena tuvo a su cargo realizar la laudatio en este acto. Señaló que Kliksberg es «una figura excepcional» en las áreas de la administración, la teoría de la organización, la economía, los estudios del desarrollo, el análisis del funcionamiento estatal y la reflexión ética. Además, ha realizado una inmensa labor de enseñanza, investigación y asesoramiento.
El homenajeado ha escrito numerosas obras de referencia, ha desempeñado muy altas responsabilidades internacionales y ha sido distinguido por innumerables instituciones, agregó. Ha estudiado a fondo los elementos que ofrecen las ciencias para interpretar el mundo, «en pro de la transformación de la sociedad que hace falta para mejorar la calidad de vida material y espiritual de la gente», señaló Arocena.
«Bernardo fue mi primer profesor en el Centro de Estudios del desarrollo de la Universidad Central de Venezuela; es un docente de excepción», comentó; en sus cursos combina sólido manejo de la teoría social, perspectiva crítica, conocimiento profundo de los procesos colectivos y amplia participación de los estudiantes, «el curso tenía vocación de saber para hacer», agregó.
Arocena citó varios fragmentos de diferentes textos de Kliksberg, entre estos, algunos de referencia para la revolución en el pensamiento sobre el desarrollo. Kliksberg se ha asociado con el Premio Nobel Amartya Sen en torno a la idea de que «priorizar la ética es lo que está bien, es lo que tiene fundamentaciones normativas, es lo que uno debe hacer porque debe hacerlo. Pero además -y esta es la clave revolucionaria en el pensamiento sobre el desarrollo-, es lo que puede ofrecer más desarrollo, es decir, mejores resultados prácticos».
Finalmente Arocena expresó que Kliksberg nos convoca a cultivar la ética, a seguir pensando en el desarrollo humano y en las prácticas orientadas a mejorar la calidad de vida con prioridad a la gente más postergada; «merece los reconocimientos de todas las universidades que como esta buscan afanosamente conjugar la calidad académica con el compromiso social».
A continuación se efectuó una «entrega virtual» del título de Doctor Honoris Causa a Kliksberg, quien agradeció a la Udelar el reconocimiento y recordó los vínculos que mantiene con nuestra institución desde la década de los sesenta. «Tengo a Udelar en el corazón en varias dimensiones: por un lado se trata objetivamente de una de las mejores universidades de América Latina, en donde la universidad pública ha jugado un rol histórico de excepción», expresó. Señaló que en la Udelar se sintió cálidamente cobijado y mencionó a muchas personas que recuerda con afecto de sus actividades en la institución.
Un mundo más justo es posible
En la conferencia acerca de temáticas de su especialidad ofrecida por el economista, afirmó que estamos en un mundo «absolutamente incierto e inseguro para los seres humanos». Por una parte hay un avance importantísimo en ciencia y tecnología que coloca a esta generación en una posición privilegiada para hacer cosas muy importantes para mejorarlo, y por otra «hay una cantidad de problemas cruciales en donde el mundo parecería caminar para atrás», en un rumbo «sin timón ético».
Entre los grandes problemas que enfrenta la humanidad hoy, destacó el hambre y la pobreza, «dos temas que debiéramos haber superado con creces» ya que el mundo está produciendo alimentos más que suficientes para alimentar a toda la población mundial. Sin embargo, estudios de la FAO indican que cerca de 800 millones de personas «están en hambre absoluta y no saben si se van a alimentar con algo ese día o mañana, y eso significa enfermedad y muerte». Además, 2000 millones no acceden a algunos de los nutrientes básicos para aspirar a una salud razonable. El problema para estas poblaciones es la falta de acceso a los alimentos, «la pobreza es inexcusable», afirmó.
A esto se suma que unos 4000 millones de personas carecen de una instalación sanitaria adecuada, indispensable para aspirar a la salud, agregó. «La pobreza tiene múltiples expresiones en el mundo actual», algunas de ellas son la falta de vivienda, de luz eléctrica, las pésimas condiciones para la crianza de los niños y la ausencia de condicionantes que permitan mejorar la tasa de mortalidad materno infantil, explivó. Kliksberg entiende que aunque hay mejoras en estos aspectos, «todavía están totalmente distantes de lo que deberían ser y de lo que la potencialidad productiva y económica del mundo actual debería haber logrado para su gente».
En este sentido entiende que «hay pobreza porque hay desigualdad»: mientras que a nivel mundial el 1% más rico tiene más del 51% del producto bruto mundial, los pobres tienen menos de 2% de estos recursos. Señaló que la desigualdad se materializa de diversas formas, entre ellas las tasas de desocupación, los muy bajos salarios y haberes jubilatorios. Asimismo se hace visible ante la negación misma de la desigualdad y el discurso de que cada ser humano está en condiciones de no estar en situación de pobreza, de que «es un tema de voluntad y no de crear colectivamente una sociedad mucho más justa».
Destacó que América Latina continúa siendo la región más desigual del planeta a pesar de ser «ilimitadamente rica en recursos naturales». La desigualdad se ha ido acentuando en la región y actualmente tiene el peor coeficiente de Gini de todos los continentes, comentó.
En el caso de Uruguay, indicó que años atrás tuvo un período de logros importantes, el país bajó las tasas de pobreza, logró un desarrollo económico y social que permitió un mayor nivel de inclusión e instaló el primer programa de computadoras libre y gratuito para todo el sistema educativo. «Es una muestra de lo que se podría hacer si hubiera políticas públicas adecuadas», apuntó.
«Humildemente a esta altura de mi vida estoy lleno de esperanza en que gran parte de la humanidad quiere un mundo justo, solidario, un mundo con universidades comprometidas y con alta calidad, un mundo donde nos hagamos responsables los unos por los otros», concluyó.
Kliksberg (Buenos Aires, 1940) es es doctor en Ciencias Económicas y en Ciencias Administrativas, además de licenciado en Sociología, licenciado en Administración y contador público egresado de la Universidad de Buenos Aires.
Es pionero en nuevas áreas del pensamiento sobre el desarrollo, considerado uno de los precursores internacionales en responsabilidad social empresarial. Es una reconocida autoridad en capital social, área del conocimiento de amplísimas aplicaciones económicas, gerenciales y sociales. Gran parte de sus contribuciones se hicieron en coautoría con el Premio Nobel de Economía Amartya Sen, referente ineludible en la concepción del desarrollo como expansión de las libertades y capacidades de la población.
Kliksberg es considerado como el creador de una nueva disciplina, la gerencia social, que se ha difundido en toda América Latina con amplias aplicaciones en la lucha contra la pobreza.
Se lo reconoce como pionero de la ética para el desarrollo en nuestra región. Sus trabajos y actividades en este campo han dado origen a un amplio movimiento en el que participan numerosas organizaciones públicas, de la sociedad civil y académicas.
Es también reconocido como uno de los líderes en la renovación del pensamiento sobre la reforma del Estado, la administración pública, el servicio civil y la formación de altos funcionarios públicos. En las áreas de responsabilidad social empresarial, desarrollo económico, modernización del Estado, gestión social, lucha contra la pobreza y desarrollo del capital social, se ha desempeñado como asesor y consultor de múltiples gobiernos y organismos internacionales (ONU, OEA, PNUD, UNICEF, OIT, OPS, entre otros).
Fuente: udelar.edu.uy