Publicado: 9 de marzo de 2022
El 8, 9, 10 y 11 de marzo la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) celebrará de forma presencial en Montevideo, su 30 aniversario. En las jornadas, se llevarán a cabo un conjunto de actividades conmemorativas alusivas a sus tres décadas como red de universidades públicas, autónomas y autogobernadas de la región. El Portal de la Udelar dialogó con Álvaro Rico, actual secretario ejecutivo de AUGM, acerca de la historia del Grupo y del significado de la fecha.
Rico recordó que cuando se fundó AUGM, el 9 de agosto de 1991, estaba formada por 8 instituciones fundadoras. En la actualidad el Grupo está integrado por 41 Universidades de Argentina, Bolivia, Brasil. Chile, Paraguay y Uruguay, que comparten su carácter público, autónomo y autogobernado.
Rico explicó que la fundación de AUGM fue la culminación de un proceso de las universidades de la región, caracterizado por la búsqueda de coordinar sus actividades en una coyuntura de particular tensión sobre la educación pública. «Existía en aquel momento una fuerte presión de organismos internacionales, como la Organización Mundial de Comercio, con el fin de que servicios fundamentales de la sociedad, entre ellos la salud y la educación, adoptaran modelos de mercantilización en nuestros países», apuntó Rico.
Añadió que en esa misma década, Europa acordaba un proceso de unificación a través de los Acuerdos de Bolonia que buscarían expandir su influencia homogeinizadora hacia otras latitudes e instituciones de educación superior, incluidas las de América Latina y El Caribe. «En ese contexto, ocho rectores de seis países de la región tuvieron la visión pionera de ver en la cooperación académica internacional una posibilidad de defender la educación superior como bien común de la sociedad y la autonomía de las universidades públicas», señaló. Recordó que Jorge Brovetto, rector de la Udelar que impulsó la creación del Grupo y fue luego su primer Secretario Ejecutivo, manifestaba en un artículo escrito para los 25 años de AUGM, que la red buscaba ser un nuevo modelo de cooperación solidaria. En el artículo Brovetto explicaba que el Grupo estaba vinculado a instituciones públicas de educación superior de los países de la región para que, basándose en la similitud de sus realidades y problemáticas políticas así como en la convergencia de sus intereses y objetivos, creara las condiciones de complementación necesarias para una integración regional universitaria en pie de igualdad.
«En síntesis AUGM surgió con el propósito de conformar un Espacio Académico Común Ampliado en el que las universidades públicas que lo integran comparten conocimientos, tecnología, formación y recursos humanos. El fin es crear una masa crítica calificada que aproveche las ventajas comparativas instaladas en las Universidades de la región y fortalezca los estudios sobre la realidad latinoamericana», subrayó Rico. Acotó que AUGM nació también para contribuir a la defensa del principio de autonomía y para cooperar en la búsqueda de la excelencia, la calidad, la pertinencia, cometidos que la educación superior pública requería y aún requiere.
Rico añadió que la concreción de estos objetivos implica una visión sobre la educación superior que concilie lo mejor de su historia contemporánea, desde la Reforma estudiantil de Córdoba de 1918 a las luchas contra el autoritarismo y las dictaduras en el sur del continente en los años 60-70 del siglo XX y el retorno de las democracias en los ’80. A la vez esta visión debía «actualizar nuestras tradiciones a partir de incorporar los grandes cambios experimentados en la sociedad del conocimiento, en vínculo estrecho con otras redes y asociaciones regionales e internacionales de educación superior», expresó.
A partir de los acuerdos interinstitucionales alcanzados respetando el principio de reciprocidad y de los convenios con otras asociaciones internacionales, sus universidades miembros comparten de manera solidaria personal académico de máxima calificación, recursos materiales, instalaciones, equipamientos, laboratorios, bibliotecas, así como programas de movilidad de grado y posgrado, tanto de estudiantes, docentes y gestores, en plazas que son autofinanciadas por las universidades de origen y de destino. En la actualidad la movilidad sigue siendo uno de los objetivos centrales de AUGM. Por eso lleva adelante programas de intercambio; conforma comités académicos y núcleos disciplinarios en casi todas las áreas de conocimiento; establece cátedras sobre temas relevantes y transversales a nivel regional; impulsa los observatorios de cooperación ciudad-universidad y el de autonomía universitaria y financiamiento; concreta año a año las multitudinarias Jornadas de Jóvenes Investigadores en distintos países y las Escuelas de Verano e Invierno; coopera con otras redes y asociaciones universitarias de otras subregiones del mundo, entre otra serie de actividades académicas, publicaciones, seminarios, webinars.
«Todo este universo de acciones movilizan y conectan a lo largo del tiempo a miles de estudiantes que realizan también una experiencia de vida inolvidable conociendo otros países, jóvenes e instituciones del continente así como científicos y científicas de la región que pueden aprovechar el conocimiento que se produce a nivel regional y trabajar en equipo sobre temas de interés relevante, vinculados al desarrollo de nuestros países y las necesidades de la población», resaltó Rico. Destacó como hitos en la historia de AUGM, los desafíos que planteó y plantea la pandemia y la participación activa del Grupo en la Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior organizada por UNESCO-IESALC que tendrá lugar en la ciudad de Barcelona entre el 18 y 20 de mayo de 2022.
Subrayó que la crisis sanitaria y humanitaria mundial y regional desatada por la COVID – 19 contó con el aporte inmediato de las universidades de la región que, a través de la acumulación de conocimientos, infraestructura de laboratorios y personal calificado, así como sus hospitales de formación, contribuyeron a enfrentar el virus y a mitigar las tremendas consecuencias de la pandemia entre la población. Añadió que asimismo, se realizó un gran esfuerzo por migrar las actividades de enseñanza y algunas de investigación a la virtualidad, asegurando la conectividad e incluso proveyendo los dispositivos técnicos e informáticos necesarios para que estudiantes y docentes se mantuvieran vinculados a las instituciones de educación superior y pudieran así proseguir con sus estudios. Al mismo tiempo se atendió en forma remota a los usuarios a través del teletrabajo, se realizaron estudios universitarios y se prestó colaboración en materia de atención a la salud mental de la población y de sectores sociales de menores recursos.
Respecto a la Conferencia Mundial, Rico explicó que en ella «se definirá brevemente en Barcelona una hoja de ruta que suele incidir no solo en las políticas educativas de las universidades sino también en la visión de los propios estados sobre este nivel educativo». Por eso mismo, AUGM tuvo una activa participación en las anteriores conferencias mundiales realizadas en París y en las Conferencias Regionales de La Habana y Cartagena, manteniendo firmes posiciones respecto a que la educación superior sea considerada un derecho humano, un bien público social y responsabilidad de los Estados.
En este sentido señaló que tanto en la Conferencia Regional de Cartagena (2008) como en la última desarrollada en Córdoba (2018), se mantuvieron firmes dichos principios que serán retomados en las posiciones programáticas de la delegación y los documentos de AUGM a presentar en Barcelona ante la discusión de la agenda propuesta por UNESCO. «La Declaración Final y el Plan de Acción de la Conferencia Regional de Córdoba, realizada en el centenario de la Reforma estudiantil, constituyó la última discusión, pronunciamiento y acuerdo colectivos sobre los grandes temas de la educación pública a nivel de la región», concluyó Rico.
FUENTE: https://udelar.edu.uy/